miércoles, 20 de junio de 2018
Diario de Clase (7/06/18)
Empezamos la clase, poniendo el maestro un par de frases en la pizarra: Desde el obismo La balada de la cárcel, fue dos años de cárcel por ser homosexual. Oscar Wilde, es un escritor. El comienzo de una oración cristiana, es un canto religioso que antes se usaba mucho y es del latín. En el reinado de la reína Victoria, si eras homosexual ibas a la cárcel. Nos explica después la etimología de lesbiana que es lesmo. Y pasamos a seguir corrigiendo las preguntas del documental que nos había mandado.
Nos explica también que en ruso y turco hay un fonema que está entre la c y la j y se le transcribe como la Kh, y los sonidos vocálicos , no son los mismos en todas las lenguas. Nos dice, que Finlandia tiene mejor educación, más dineros y más vacaciones que España y tiene un nivel de vida muy alto y es un país muy desarrollado. El franco tirador más grande del mundo fue utilizado en la guerra de invierno. Los soldados no se preocupaban que se murieran los oficiales , y los cuerpos nazi mataron a muchos judíos , fusilados. Los soviéticos lucharon contra los alemanes en solitario durante dos años, y Stalín quería un segundo frente. Un desembarco aliado en Europa que aliviara el sufrimiento soviético. Alfinal en la segunda guerra mundial, la URSS de Stalín se queda un pedazo de Polonia y le da a Polonia un pedazo de Alemania , para compensar y los alemanes que vivían en el pedazo que le dan a Polonia, lo echaban y los mandaban a lo que quedaba de Alemania y a los Polacos los echaron también y los mandaron a lo que, quedaba de Polonia, y fue bueno para nosotros porque por esas expulsiones hoy son casi todos estados que hablan el mismo idioma y es más difícil que haya causa de guerra. A continuación nos pone un pequeño video los últimos 5 minutos de clase.
martes, 19 de junio de 2018
1.4.
Falta el título
Más de diez faltas de ortografía y errores de transcripción
Nota: 0
Más de diez faltas de ortografía y errores de transcripción
Nota: 0
El
movimiento revolucionario de 1848 fue un fenómeno de dimensiones
europeas, aunque de nuevo fue en Francia donde saltó la chispa. Fue
el final del ciclo revolucionario abierto en 1815 contra la hegemonía
de las monarquías absolutistas. Lo ocurrido en 1848 demostró la
fuerza de las identidades nacionalistas. Y también los límites del
liberalismo político, dividido entre las constituciones moderadas
apoyadas por la alta burguesía (sufragio censitario y derechos
ciudadanos controlados) y la presión popular en sabor de la
democracia (sufragio universal y reformas sociales). Las clases
trabajadoras empezaron a tener voz propia, cada vez crítica con el
orden social capitalista.
El
mal estar social generalizado que existía en toda FALTA UNA PALABRA en 1848 estaba
motivado, en parte, por la crisis de su subsistencia producida en los
años anteriores. Las malas cosechas de cereales y la carestía de
los alimentos de primera necesidad empeoraron las condiciones de vida
de las clases populares. La crisis agraria afectó también a la
industria, y fue empobreciendo a los artesanas y a los obreros.
En
febrero de 1848, la medida autoritaria impuesta por el gobierno
francés desencadenaron una amplía revuelta popular. Ante el
malestar y las protestas sociales, el gobierno había prohibido las
reuniones políticas. La guardia nacional se negó a disparar contra
manifestaciones populares. La prisión de las barricadas llegó hasta
el Palacio Real y provocó la huida de Luis Felipe de Orleans.
Se
proclamó la segunda república y un gobierno provisional instauró
el sufragio universal masculino, abolió la pena de muerte y la
esclavitud y desconoció los derechos sociales de los trabajadores
(reducción de jornada laboral, talleres nacionales para parados y
derecho de huelga).Los motines y los enfrentamientos ocurridos unos
meses más tarde pusieron de relieve la división entre las
aspiraciones de las clases populares y los intereses de la burguesía
que apoyó la represión del ejercito y la creación de un gobierno
de orden y represor de los movimientos populares. Napoleón Bonaparte
logró la presidencia de la nueva república en 1849. Dos años más
tarde dio un golpe de estado y se proclamó Emperador con el nombre
de Napoleón III. Era el inicio en Francia de la época del segundo
imperio.
El
fuego de los sucesos revolucionaron franceses se convirtió en un
incendio que afectó a media Europa. En Austria las protestas y las
manifestaciones populares que se adueñaron de las calles de Viena
consiguieron la destitución de Metternich y la abdicación del
emperador austriaco, Fernando I. Su sucesor Francisco José I, que
disfrutó de un larguísimo reinado (1848-1916), se vio obligado a
aceptar la abolición de la servidumbre feudal y a promulgar una
constitución liberal. Pero el nuevo parlamento se negó a aceptar la
reivindicaciones nacionalistas de los distintos pueblos que
integraban el imperio austro-húngaro. Las tropas imperiales
aplastaron los levantamientos producidos en plagas, en varias
ciudades Hungría, en el norte de Italia, en Nápoles y en los
Balcanes.
Revolución
de 1848. Fotografía tomada durante una de las cuatro jornadas de
junio que provocaron varios miles de muertos en París, entre los
insurgentes y las fuerzas gubernamentales. A partir de mediados del
siglo XIX, la fotografía va a convertirse en un tipo de documento
fundamental para la investigación histórica.
Las
revueltas populares se extendieron también por muchos Estados
alemanes. Se llegó a formar el parlamento alemán Fráncfort
dispuesto a aprobar una constitución unitaria de carácter liberal.
Pero el rey de Prusia, Federico Guillermo, se negó a aceptar una
constitución basada en el sufragio universal y disolvió el
parlamento.
La
mayoría de las revoluciones que se llevaron a cabo en 1848
terminaron ahogadas en sangre. Pero su fracaso no fue absoluto. En
toda la Europa del este, excepto en Rusia desapareció la servidumbre
del campesinado y las herencias del feudalismo.
El
sistema parlamentario constitucional se impuso en la mayoría de los
países del continente, completando el proceso de las revoluciones
burguesas. Aunque triunfó el liberalismo moderado de base
censitaria, las demandas democráticas quedaron incorporada a ideario
progresista y republicano. Las protestas populares demostraron la
capacidad de actuación de las masas en las calles y la fuerza
creciente de una nueva clases social, el proletariado. Y la derrota
del nacionalismo fue solo temporal ya que dio inicio a un largo
proceso de luchas y de movilizaciones políticas.
Combates
en las calles de Berlín.
El
18 de marzo de 1848 , los habitantes de Berlín ya sabían lo que
había ocurrido en París y en Viena los días anteriores. Un grupo
de manifestantes acudieron al Palacio Real, y el hermano del rey, el
príncipe heredero Guillermo, ordenó abrir fuego contra la multitud.
Eran las dos de la tarde; grupos de hombres corrían por toda la
ciudad, aterrorizados y gritando que se estaba asesinando a los
manifestantes ante el palacio.
Toda
la ciudad se convirtió en un polvorín. En la Köningstrasse se
levantaron dos barricadas, firmemente asentadas con carruajes,
omnibuses, fardos de paño, maderas y otros elementos. En los tejados
de las casas, hombres y mujeres, con ladrillos en las manos,
esperaban a los soldados. Todo el mundo se armó como pudo: hachas,
lanzas, pistolas y garrotes. Durante más de diez horas se luchó
contra las tropas, que llegaron a contar con unos doce mil soldados y
treinta cañones de pequeño calibre.
El
rey, Federico Guillermo IV, lanzó un mensaje <<a los queridos
berlineses, amados súbditos prusianos>> para que detuviesen
aquel derramamiento de sangre. Sin embargo, el llamamiento no surtió
efecto y los revolucionarios consiguieron desalojar a los militares
de algunas calles. El rey se vio obligado a retirar el ejército.
Cuando los muertos en las barricadas fueron llevados delante del
Palacio Real, el rey apareció en el balcón. El pueblo le exigió
que se descubriese delante de los cadáveres y él, pálido y
atemorizado, así lo hizo.
Batalla entre civiles y soldados en Berlín los días 18 y 19 de marzo de 1848.
domingo, 17 de junio de 2018
1 El imperialismo y sus causas
Cinco errores de ortografía y copia del texto
Nota: 5
Nota: 5
En la
segunda mitad del siglo XIX, algunas potencias europeas, y poco
después Japón y Estados Unidos, pasaron a dominar extensos
territorios del planeta dando lugar al imperialismo moderno, por el
que grandes imperios ultramarinos sustituyeron a los que habían
surgido a partir del siglo XV. Las explicaciones sobre las causas de
este proceso son diversas, y varían según la óptica de los
autores.
1.1. Las causas
económicas
Para autores
socialistas, como Rudolf Hilferding, Rosa Luxemburgo o Lenin, las
principales motivaciones de la expansión imperialista eran de índole
economista. Según esta línea argumental, el imperialismo sería la
consecuencia lógica del capitalismo en su voraz búsqueda de
materias primas y fuentes de energía así como de mercados para los
excedentes de producción y capital:
- Búsqueda de materias primas y fuentes de energía. La Segunda Revolución Industrial multiplicó las necesidades de las grandes potencias en tal sentido, por lo que la búsqueda de fuentes de abastecimiento se convirtió en una cuestión crucial para el mantenimiento de de la actividad industrial.
- Busqueda de mercados. La crisis económica de 1873 provocó un giro hacia el proteccionismo económico. Este hecho coincidió con la aparición de nuevos países competidores, lo que hizo precisa la búsqueda de nuevos mercados en los que distribuir la producción.
La excesiva
competencia en el mercado interior dificultaba la obtención de
beneficios y, por ello, las colonias fueron vistas como una
oportunidad para invertir. La construcción de infraestructuras
asociada a la expansión colonial fue una oportunidad idóneas para
rentabilizar esas inversiones.
1.2. Las
causas demógraficas
A lo largo del siglo
XIX el continente europeo había experimentado un sostenido
crecimiento de población como consecuencia de los cambios sociales y
económicos registrados desde finales del siglo XVII debido al
desarrollo de la sociedad industrial y a una progresiva mejora de las
condiciones de vida.
La posibilidad de
disponer territorios hacia los que poder dirigir los excedentes de
población resultó clave en la expansión imperial europea y terminó
provocando la emigración de millones de europeos a territorios
ultramarinos en busca de oportunidades. En ocasiones, fueron estos
colonos los que demandaron apoyo de sus gobiernos para ocupar y
colonizar territorios.
La contrucción de
vías férreas en las zonas colonizadas se convirtió en una
prioridad para acceder a los recursos, al tiempo que ofrecía nuevas
oportunidades de inversión a los capitales europeos.
1.3. Las
causas políticas
La posesión de extensos dominios se identificaba como
un motivo de prestigio nacional, por los que muchos gobiernos se
lanzaron a políticas imperiales. Junto a ello, la rivalidad
territorial entre potencias llevó a que se ocupasen tierras para que
ocupasen tierras para evitar la expansión del rival:
- Francia. Tras la derrota en la Guerra franco-prusiana (1870-1871), el dominio colonial fue una fórmula para recuperar el prestigio perdido, hecho que explica la intensificación de la expansión imperialista durante la Tercera República.
- Alemania. El nuevo Estado se convirtió en una gran potencia mundial que consideraba la expansión una consecuencia lógica de su estatus internacional.
- Reino Unido. La necesidad de poseer enclaves de apoyo a la marina y el comercio jugó un importante papel en el caso del imperialismo británico.
1.4. Las
causas ideológicas
El
nacionalismo propio de la época fundamentada el progreso de un país
en su extensión territorial. Asimismo, se justificaba la expansión
imperialista por la creencia en la misión civilizadora de la raza
blanca, e considerarla superior al resto y con el cometido de llevar
la civilización a los pueblos indígenas.
Su
justificación procedía de dos fuentes: la teoría del progreso y el
darwinismo social, según el cual la civilización occidental estaría
en la cúspide del desarrollo evolutivo de la humanidad. Este punto
de vista desembocó en un marcado racismo. Fue el caso de algunas
narraciones de Rudyard Kipling, que transmiten la idea del destino de
Gran Bretaña de llevar su civilización a los pueblos salvajes.
En
relación con ello , el deseo de descubrir y cristianizar nuevos
territorios llevó a emprender numerosas expediciones realizadas por
exploradores y misioneros. Fue el caso de las de Caillié,
Livingstone o Stanley en África, que se adentraron en territorios
desconocidos hasta ese momento. En Asia, las teorías sobre la
supremacía racial encontraron su refeljo en el imperialismo japonés.
Diario de clases 15-06-2018
Faltaba la etiqueta 0 Tercera evaluación
Faltan imágenes, enlaces y ampliación
Nota: 6
Faltan imágenes, enlaces y ampliación
Nota: 6
Empezamos la clase leyendo la página
315. Después nos explicó que en la guerra civil mataron a miles de
pontaneses y los enterraron en fosas comunes añadiendo que el
ayuntamiento de Puente Genil ha aprobado una ley para sacarlos
identificarlos y entregárselos a sus familias. Después de eso
comparamos el porcentaje de lo que gastamos en comida y vimos que
hace 60 años se gastaba mucho mas que ahora por la escased de los
alimentos.
Más tarde el maestro nos explicó
que en franquismo se aprobaron leyes como el derecho a la sanidad, a
la educación pero no se cumplieron . Después vimos que a las
afueras de las ciudades habían barrios de chabolas y estos eran que
socialmente aceptada porque era lo normal. En estos barrios vivían
millones de españoles.
Continuamos con la página 316 donde
observamos una fotografía de una aula en el franquismo y en estas
aulas eran obligatorio tener una foto de Franco y de Jose Antonio
Primo De Rivera. Al ver esta imagen el maestro nos explicó que la
educación era privada y que sacaban a los niños muy jóvenes para
trabajar.
En otra imagen vimos la pobreza en
España con una fotografía de una familia pobre. Por último vimos
en analfabetismo en España observando que el porcentaje es muy alto
respecto a Europa.
4.3. La Guerra Civil española
Tres faltas de ortografía
Nota: 7
Nota: 7
4.3.La
Guerra Civil española.
La Guerra
Civil fue un conflicto bético, que se desarrolló entre 1936 y
1939, en el que se enfrentó la población española. El resultado
final de la contienda fue la sustitución de la república, como
forma de gobierno, por una dictadura encabezada por el general
Francisco Franco.
|
Las causas
del estallido de la guerra.
El
17 de julio de 1936 un sector del Ejército, el más conservador y
antirrepublicano, se sublevó en Marruecos contra el Gobierno de la
República. El 18 de julio la sublevación, dirigida por los
generales Emilio Mola, José Sanjurjo y Francisco Franco, se extendió
por la península.
Las
causas que motivaron el alzamiento militar fueron varias:
- El deseo de acabar con el desorden público (manifestaciones, huelgas, atentados contra políticos, empresarios, sindicalistas,etc.) provocado por los militares de extrema derecha y extrema izquierda. El temor a una revolución proletaria que instaurase en España un régimen comunista.
- El rechazo a las reformas republicanas que había provocado el descontento de la Iglesia, por la secularización de la enseñanza; de los terratenientes, por el reparto de los latifundios; de los empresarios, por la reforma laboral; y del Ejército, por reducir su protagonismo político.
- El interés por acabar con la república, como forma de gobierno, y restablecer el orden político y social anterior a ella.
Los
generales Francisco Franco y Emilio Mola
LOS
BANDOS ENFRENTADOS Y LAS AYUDAS INTERNACIONALES
El alzamiento militar del 18 de julio
de 1936 se transformó en una guerra civil por la resistencia que
opusieron los republicanos. El resultado fue la división de
España en dos bandos:
El republicano, representado por
Manuel Azaña, presidente de la República. A nivel internacional
recibió los siguientes apoyos:
|
Miembros de las Brigadas
Internacionales.
El bando sublevado o nacional,
liderado por el general Francisco Franco, y reconocido por los
sublevados como máxima autoridad política y militar. Recibió la
ayuda de:
|
El
desarrollo de la guerra
Durante
la contienda los frentes fueron cambiando según los objetivos
militares.
- Marcha hacía Madrid. Los subievados, dirigidos por el general Franco, intentaron ocupar Madrid, sede del gobierno republicano, pero fueron rechazados en las batallas del Jarama y Guadalajara.
- Campañas del Norte. El siguiente objetivo de Franco fue tomar Asturias, Cantabria y País Vasco (que había conseguido su Estatuto de Autonomía en octubre de 1936), zona minera e industrial. En esta fase se produjo el bombardeo de Guernica ( Vizcaya ), en 1937, por la Legión Cóndor (aviación nazi)
- Batalla del Ebro. Los republicanos iniciaron la batalla del Ebro para frenar el avance de los sublevados hacia Cataluña. Franco ganó la batalla y en enero de 1939 entró en Barcelona.
- Fin de la guerra. En marzo, el Ejército Nacional tomó Madrid y el 1 de abril de 1939 terminó la guerra.
Las
consecuencias de la Guerra Civil
Las
principales consecuencias fueron las siguientes:
- Políticas. Se impuso un régimen autoritario (dictadura) que no buscó la reconciliación con los republicanos sino todo lo contrario, su aniquilación.
- Económicas. Las pérdidas económicas fueron cuantiosas por la destrucción de las infraestructuras y vías de transporte (puentes, puertos, red ferroviaria, carreteras...), las zonas industriales y las viviendas. La producción agraria e industrial descendió un 25% y se vivieron situaciones de miseria absoluta.
- Demográficas. De una población total de 25 millones de españoles, la Guerra Civil, causó medio millón de muertos y otro medio millón de exiliados republicanos, que se refugiaron en Latinoamérica y Francia.
- Culturales. La represión ideológica se realizó a través de la educación y la cultura. Muchos docentes fueron destituidos, e incluso ejecutados; pare de los intelectuales fueron asesinados (García Lorca) o se exiliaron (Antonio Machado, Buñuel, Alberti...)
IMPORTANTE
Características de las dos zonas.
En la zona republicana la autoridad se
encontraba fragmentada entre el Gobierno central, que organizó un
Ejército Popular formado por milicianos (civiles militarizados),
y los diferentes grupos revolucionarios (anarquistas, socialistas)
que imponían su autoridad en las zonas que no controlaba el
Gobierno.
La zona sublevada o
nacional estaba bajo la autoridad del general Francisco
Franco, que impuso un régimen autoritario (dictadura). Era un
bando unificado.
|
3.2.- LOS TRANSPORTES
Faltaba la etiqueta 0 Tercera evaluación
Una falta de ortografía
Nota: 8
Al mismo tiempo que evolucionaba el proceso de industrialización, se produjo una verdadera revolución de los transportes. El primer paso se dio en Gran Bretaña, en la segunda mitad del siglo XVIII, con un extenso programa de construcción de carreteras y canales. Pero el cambio revolucionario llegó cuando se consiguió aplicar la energía de la máquina de vapor al transporte. El uso de la máquina de vapor en el transporte terrestre (ferrocarril) y marítimo (barco de vapor) transformó la imagen del mundo que tenían los contemporáneos. El tiempo empleado en los viajes disminuyó de forma espectacular, los desplazamientos de pasajeros y mercancías se hicieron más seguros y baratos, y el gran volumen de carga redujo los costes de transporte de materias primas y productos elaborados.
En 1814, George Stephenson construyó la primera locomotora de vapor y en 1829 obtuvo la concesión para construir la primera línea de ferrocarril, entre Liverpool y Manchester, inaugurada al año siguiente. En 1850, cuando las líneas ferroviarias comenzaban a tenderse en los países de Europa occidental y Estados Unidos, la red británica conectaba ya todos los centros industriales y mineros con los puertos y las ciudades más importantes y contaba con 10000 km de líneas férreas. El ferrocarril se convirtió en el motor principal de la industrialización. En apenas veinte años, entre 1830 y 1850, en Gran Bretaña se triplicó la producción de hierro y carbón. Y con el tendido ferroviario creció también el capitalismo financiero. Se crearon muchas compañías y sociedades de inversión, que se lanzaron a la construcción de ferrocarriles, una vía para invertir una parte de la riqueza acumulada por industriales y hombres negocios.
La navegación a vapor se inició antes, pero tuvo un progreso más lento. En 1807, el barco de vapor ideado por Robert Fulton recorrió el río Hudson. Durante décadas, los buques de vela convivieron con los de vapor. A mediados del siglo XIX, los barcos de rueda de paletas fueron sustituidos por los de hélice, mucho más potentes y mejor preparados para las travesías transatlánticas. En las décadas posteriores aumentó el tonelaje y la velocidad de los barcos, y comenzó la fabricación de cascos de hierro y de acero, arrinconando a los últimos veleros de madera.
El 15 de septiembre de 1830 se inauguró oficialmente la línea de ferrocarril que unía las ciudades inglesas de Liverpool y Manchester. Los trabajos fueron dirigidos por George Stephenson, ingeniero mecánico, ayudado por su hijo Robert, también ingeniero.
Cinco años antes, George Stephenson había puesto en marcha la vía férrea entre Stockton y Darlington, en el noreste de Inglaterra, pero solo se utilizaba para el transporte de carga y empleaba también la fuerza de los caballos. La vía férrea Liverpool-Manchester fue la primera del mundo que funcionó solo con locomotoras de vapor y que se dedicaba tanto al transporte de viajeros como de mercancías.
La construcción de los 56 kilómetros de la línea suponía un desafío extraordinario para la ingeniería de la época. El ferrocarril tenía que resolver problemas técnicos, como la elección del trazado, la construcción de túneles, puentes y viaductos, la nivelación de las pendientes, la señalización o el aprovisionamiento de carbón y de agua. Los primeros trenes podían circular a 27 km/h. En muy poco tiempo, las mejores perspectivas se vieron superadas por el éxito económico y comercial de la línea férrea. Era el inicio de una revolución que transformaría por completo el transporte de larga distancia.
El éxito de la revolución Industrial dependía también de otros factores, como la expansión del comercio exterior y la creación de un sistema financiero que facilitara la concentración y circulación de capitales.
La revolución de los transportes hizo posible la integración de los mercados nacionales y propició el incremento del comercio exterior a larga distancia, acelerando las relaciones entre mercados, países y continentes. El ejemplo más claro es el de la producción textil británica. Su crecimiento continuado dependía de las importaciones baratas de algodón en rama y de las exportaciones de productos de algodón. En las décadas centrales del siglo XIX, los centros industriales de Gran Bretaña producían más de la mitad del algodón, del hierro y del carbón del mercado mundial. El volumen del comercio británico duplicaba al de Francia, su rival más próximo.
El proceso de industrialización necesitaba grandes inversiones de capital. En los primeros momentos, las empresas eran familiares y dedicaban una parte de sus beneficios a la mejora de su proceso productivo. Pero, con el paso del tiempo, la construcción de grandes instalaciones fabriles, infraestructuras de transporte y redes comerciales exteriores exigió la concentración de capitales.
Se crearon sociedades mercantiles formadas por varios inversores. El tipo más conocido es la sociedad anónima, empresas con un capital dividido en participaciones llamadas acciones. Los inversores tienen una responsabilidad que se limita a las acciones que adquieren. Las acciones cotizan en Bolsa, una institución financiera donde se compran y se venden las acciones emitidas por las compañías. También los bancos, de origen medieval, se convirtieron en modernas entidades de inversión. Y la circulación de capitales se benefició de las facilidades de pago (cheques, letras de cambio y pagarés) y de la difusión del papel moneda, emitido por los bancos nacionales.
El algodón, más apropiado para las nuevas hilaturas, fue el auténtico protagonista de la Primera Revolución Industrial.
El gran salón del Banco de Inglaterra, grabado de la obra de Rudolph Ackermann El Microcosmoss de Londres, publicada 1809. El ahorro industrial fue la principal fuente de financiación de las primeras industrias, pero la necesidad de una tecnología más evolucionada demandó mas capital. Hacia mediados del siglo XIX fue generalizándose la creación de sociedades y la venta de acciones industriales, y no tardarían en surgir las grandes familias de banqueros europeos: Hope, Rothschild, y Oppenheim, entre otros.
Una falta de ortografía
Nota: 8
Al mismo tiempo que evolucionaba el proceso de industrialización, se produjo una verdadera revolución de los transportes. El primer paso se dio en Gran Bretaña, en la segunda mitad del siglo XVIII, con un extenso programa de construcción de carreteras y canales. Pero el cambio revolucionario llegó cuando se consiguió aplicar la energía de la máquina de vapor al transporte. El uso de la máquina de vapor en el transporte terrestre (ferrocarril) y marítimo (barco de vapor) transformó la imagen del mundo que tenían los contemporáneos. El tiempo empleado en los viajes disminuyó de forma espectacular, los desplazamientos de pasajeros y mercancías se hicieron más seguros y baratos, y el gran volumen de carga redujo los costes de transporte de materias primas y productos elaborados.
En 1814, George Stephenson construyó la primera locomotora de vapor y en 1829 obtuvo la concesión para construir la primera línea de ferrocarril, entre Liverpool y Manchester, inaugurada al año siguiente. En 1850, cuando las líneas ferroviarias comenzaban a tenderse en los países de Europa occidental y Estados Unidos, la red británica conectaba ya todos los centros industriales y mineros con los puertos y las ciudades más importantes y contaba con 10000 km de líneas férreas. El ferrocarril se convirtió en el motor principal de la industrialización. En apenas veinte años, entre 1830 y 1850, en Gran Bretaña se triplicó la producción de hierro y carbón. Y con el tendido ferroviario creció también el capitalismo financiero. Se crearon muchas compañías y sociedades de inversión, que se lanzaron a la construcción de ferrocarriles, una vía para invertir una parte de la riqueza acumulada por industriales y hombres negocios.
La navegación a vapor se inició antes, pero tuvo un progreso más lento. En 1807, el barco de vapor ideado por Robert Fulton recorrió el río Hudson. Durante décadas, los buques de vela convivieron con los de vapor. A mediados del siglo XIX, los barcos de rueda de paletas fueron sustituidos por los de hélice, mucho más potentes y mejor preparados para las travesías transatlánticas. En las décadas posteriores aumentó el tonelaje y la velocidad de los barcos, y comenzó la fabricación de cascos de hierro y de acero, arrinconando a los últimos veleros de madera.
EL TENDIDO FERROVIARIO EUROPEO
El 15 de septiembre de 1830 se inauguró oficialmente la línea de ferrocarril que unía las ciudades inglesas de Liverpool y Manchester. Los trabajos fueron dirigidos por George Stephenson, ingeniero mecánico, ayudado por su hijo Robert, también ingeniero.
Cinco años antes, George Stephenson había puesto en marcha la vía férrea entre Stockton y Darlington, en el noreste de Inglaterra, pero solo se utilizaba para el transporte de carga y empleaba también la fuerza de los caballos. La vía férrea Liverpool-Manchester fue la primera del mundo que funcionó solo con locomotoras de vapor y que se dedicaba tanto al transporte de viajeros como de mercancías.
La construcción de los 56 kilómetros de la línea suponía un desafío extraordinario para la ingeniería de la época. El ferrocarril tenía que resolver problemas técnicos, como la elección del trazado, la construcción de túneles, puentes y viaductos, la nivelación de las pendientes, la señalización o el aprovisionamiento de carbón y de agua. Los primeros trenes podían circular a 27 km/h. En muy poco tiempo, las mejores perspectivas se vieron superadas por el éxito económico y comercial de la línea férrea. Era el inicio de una revolución que transformaría por completo el transporte de larga distancia.
3.3.- EL COMERCIO Y EL CAPITAL
El éxito de la revolución Industrial dependía también de otros factores, como la expansión del comercio exterior y la creación de un sistema financiero que facilitara la concentración y circulación de capitales.
La revolución de los transportes hizo posible la integración de los mercados nacionales y propició el incremento del comercio exterior a larga distancia, acelerando las relaciones entre mercados, países y continentes. El ejemplo más claro es el de la producción textil británica. Su crecimiento continuado dependía de las importaciones baratas de algodón en rama y de las exportaciones de productos de algodón. En las décadas centrales del siglo XIX, los centros industriales de Gran Bretaña producían más de la mitad del algodón, del hierro y del carbón del mercado mundial. El volumen del comercio británico duplicaba al de Francia, su rival más próximo.
El proceso de industrialización necesitaba grandes inversiones de capital. En los primeros momentos, las empresas eran familiares y dedicaban una parte de sus beneficios a la mejora de su proceso productivo. Pero, con el paso del tiempo, la construcción de grandes instalaciones fabriles, infraestructuras de transporte y redes comerciales exteriores exigió la concentración de capitales.
Se crearon sociedades mercantiles formadas por varios inversores. El tipo más conocido es la sociedad anónima, empresas con un capital dividido en participaciones llamadas acciones. Los inversores tienen una responsabilidad que se limita a las acciones que adquieren. Las acciones cotizan en Bolsa, una institución financiera donde se compran y se venden las acciones emitidas por las compañías. También los bancos, de origen medieval, se convirtieron en modernas entidades de inversión. Y la circulación de capitales se benefició de las facilidades de pago (cheques, letras de cambio y pagarés) y de la difusión del papel moneda, emitido por los bancos nacionales.
El algodón, más apropiado para las nuevas hilaturas, fue el auténtico protagonista de la Primera Revolución Industrial.
El gran salón del Banco de Inglaterra, grabado de la obra de Rudolph Ackermann El Microcosmoss de Londres, publicada 1809. El ahorro industrial fue la principal fuente de financiación de las primeras industrias, pero la necesidad de una tecnología más evolucionada demandó mas capital. Hacia mediados del siglo XIX fue generalizándose la creación de sociedades y la venta de acciones industriales, y no tardarían en surgir las grandes familias de banqueros europeos: Hope, Rothschild, y Oppenheim, entre otros.
3. Los conflictos europeos por la hegemonía.
Una falta de ortografía
Nota: 9
Nota: 9
3.Los
conflictos europeos por la hegemonía.
En
la segunda mitad del siglo XIX, las potencias europeas, en pleno
desarrollo industrial, dominaban el mundo a través de extensos
imperios coloniales. El frágil equilibrio de poderes que existía
dentro del Viejo Continente estaba amenazado por la rivalidad
política y la competencia económica de los grandes Estados.
Francia, Reino Unido y, en menor medida, Alemania, mantenían
regímenes políticos liberales que caminaban hacia la democracia.
Mientras tanto, los extensos territorios de los imperios centrales y
orientales, el austro-húngaro, el ruso y el turco, sobrevivían
debilitados por graves conflictos y divisiones internas.
- 3.1. Las primeras democracias: Reino Unido y Francia.
En
los países europeos occidentales
se produjo un lento y desigual proceso de transición desde
los regímenes políticos liberales moderados hacia los sistemas de
representación democrática. Ese cambio fue el resultado de las
profundas transformaciones económicas y los cambios sociales y
culturales de la época (crecimiento de los Estados nacionales,
desarrollo de la urbanización, extensión de la educación, etc). Y
también de las luchas sociales y políticas de los nuevos
movimientos, partidos y sindicatos, que reclamaban la ampliación de
los derechos políticos.
Las
minorías dirigentes empezaron a percibir que, ante el desarrollo de
la sociedad de masas, no podían gobernar al margen de la ciudadanía.
-Reino
Unido.
En el Reino Unido, la historia del siglo XIX está marcada por el largo
período en el trono de la reina Victoria (1837-1901).
La
era victoriana fue la edad de oro de la expansión colonial y la
modernización económica. Y también la época del desarrollo de la
democracia liberal en un contexto de estabilidad política libre de
las oleadas revolucionarias que sacudieron el continente europeo. La
monarquía y el régimen parlamentario se convirtieron en los dos
pilares del Estado británico. En el Parlamento, la Cámara de los
Comunes, dominada por la burguesía comercial e industrial, fue
ganando protagonismo frente a la aristocracia representada en la
Cámara de los Lores. Los debates políticos enfrentaban a los dos
grandes partidos que se alternaban en el Gobierno: los conservadores
(tories) y los liberales (whigs).
El
proceso de ampliación del sufragio masculino comenzó con las
reformas políticas de 1832. El derecho al voto aumentó a un millón
de ciudadanos en 1867 gracias a las leyes aprobadas por el Gobierno
conservador de Disraeli. Durante los Gobiernos liberales posteriores
de Gladstone se impulsaron algunas reformas, como el voto secreto, la
libertad confesional, la extensión de la enseñanza primaria, el
reconocimiento de los sindicatos o las primeras leyes de protección
social. Y en 1884 una nueva reforma electoral amplió a 5 millones el
número de electores.
El
sufragio universal (1881), de Alfred Bramtot. En este caso, el
sufragio es masculino.
Evolución
del electorado británico 1831-1868.
-Francia.
La
historia política de Francia en la segunda mitad del siglo XIX fue
mucho más convulsa que la británica. En los primeros años del
Segundo Imperio, Napoleón III dirigió una política exterior
expansionista, que consolidó a Francia como una gran potencia
colonial. Y en el interior ejerció el poder de un modo muy
autoritario, invocando su legitimidad popular para perseguir
cualquier tipo de disidencia (bonapartismo). Pero en la década de
1860, el crecimiento de la oposición política y la presión del
movimiento obrero obligaron al emperador a adoptar reformas
legislativas, educativas y sociales en una dirección liberalizadora.
En
1870, Napoleón III declaró la guerra a Prusia, un error que
acabaría con su imperio. La derrota completa del ejército francés
en la batalla de Sedán abrió el camino a la proclamación de la
república. Y la presencia de las tropas prusianas en las puertas de
la capital, en 1871, desató una revolución popular democrática y
socialista conocida como la Comuna de París. Una experiencia de
gobierno local de los trabajadores que, después de varios meses,
terminó en medio de una durísima y sangrienta represión, con miles
de muertos y detenidos.
En
1875 se aprobó la Constitución de la III República francesa, que
concedía el sufragio universal masculino. A lo largo de la década
siguiente, el régimen republicano se consolidó con medidas
legislativas, como la enseñanza primaria pública, gratuita y
obligatoria, de carácter laico, la ley del divorcio y la ampliación
de los derechos políticos y sindicales. El papel de Jules Ferry como
ministro de Instrucción Pública (1879) y jefe de Gobierno después
fue determinante en esas reformas. En los últimos años del siglo,
mientras en el exterior continuaba la expansión imperialista, los
Gobiernos de izquierda profundizaban el proceso de democratización
con una amplia legislación social (jornada laboral de ocho horas,
ley de pensiones, leyes de seguridad y accidentes de trabajo).
Napoleón
III (emperador de Francia entre 1852 y 1870), de Franz Xaver
winterhalter.
- 3.2. El II Reich. La Alemania bismarckiana.
El
imperio alemán construido a partir de 1871 era un Estado federal con
una monarquía constitucional. Pero Prusia estaba muy por encima del
resto de los territorios y la nobleza terrateniente conservadora (los
junkers) mantenía un notable predominio político y social. El
gobierno del káiser Guillermo I (1871-1888) y de su canciller
Bismarck mantuvo siempre un marcado acento autoritario. El
Parlamento, formado por una cámara alta federal (Bundesrat), Falta una línea no
podía controlar al Gobierno. El canciller solo era responsable ante
el emperador, dotado de poderes excepcionales.
viernes, 15 de junio de 2018
3 LA PRODUCCIÓN INDUSTRIAL
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Nota: 4
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3.La
producción industrial.
El
nacimiento de la industria moderna está vinculado a la aparición y
extensión del sistema fabril: un nuevo modelo de producción que
concentraba e el espacio de la fábrica el capital, los trabajadores
( sometidos a la disciplina del horario y el salario ), la maquinaria
y las nuevas fuentes de energía ( hidráulica y del carbón). El
despegue industrial se produjo, en primer lugar, en la producción
textil y en la siderurgia, los sectores pioneros donde se experimentó
casi todas las innovaciones tecnológicas.
3.1. Los
sectores pioneros.
La
industria textil algodonera fue el sector más importante de la
industrialización británica. A mediados del siglo XVIII, la
prohibición de importar tejidos de algodón estampados (indianas)
estímulo la producción interior. El crecimiento continuo de la
demanda promovió la adopción de innovaciones tecnológicas en las
labores de hilado y de tejido. En 1733, John Kay inventó la
lanzadera volante , un telar que permitía tejer piezas más grandes
en menos tiempo. Aumentó enormemente la demanda de hilo. En 1764,
James Hargreaves ideó la spinning Jenny, una máquina de hilar que
multiplicaba la capacidad de las antiguas ruecas manuales. El proceso
del hilado mejoró con la water frame de Richard Arkwright (1769),
movida por energía hidráulica, y la mule Jenny de Samuel Crompton
(1779). En respuesta, el proceso de tejido ( el tizaje) dio un salto
cualitativo. Cartwright patentó al telar mecánico en 1785.
Para
entonces ya existía la máquina de vapor, inventada por James Watt
en 1769. En las minas ya se empleaban bombas que aprovechaban la
fuerza del vapor producido por la combustión de carbón para extraer
agua de las galerías. Watt consiguió transformar el movimiento
oscilante de la bomba de Newcomen de 1711, en otro continuo y
circular: una mejora decisiva para la producción fabril. Al terminar
el siglo, apenas había un centenar de máquinas de vapor en
funcionamiento. En 1830 eran más de 15000 y se utilizaban en
sectores industriales diversos
La
demanda de hierro y de carbón de la industria textil formentó el
desarrollo de la siderurgia. El proceso de producción de hierro
mejoró con la difusión de los altos hornos y el carbón de coque,
que sustituiría rápidamente al carbón vegetal. La elaboración de
coque generaba el gas de hulla, utilizado en la iluminación de la
industria , y otros derivados químicos.
En
1783, Onion y Cort inventaron el pudelado y el laminado del hierro,
con lo que obtenían un producto más puro y sencillo de trabajar.
Las industrias siderúrgicas comenzaron a instalarse en las cercanías
de las minas de carbón. El sector se vio impulsado por la creciente
necesidad de maquinaria para la industria textil y, a partir de 1830,
por la extensión de la red ferroviaria.
En
la segunda mitad del siglo XIX se inició una nueva etapa en el
proceso de fundición gracias a la utilización del convertidor de
Bessermer ( 1856), que permitía la transformación de hierro fundido
en acero.
2.2. LOS CAMBIOS DEMOGRÁFICOS
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Nota: 1
FALTAN VARIAS PALABRAS
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Nota: 1
Los
cambios demográficos.
Durante
el siglo XVIII y XIX, Gran Bretaña vivió un crecimiento demográfico
sin precendentes. En 1700 contaba con poco más de 5mill. De
habitantes, casi 9mill. En 1800, 18mill. En 1851 y 37mill. En 1900.
El aumento espectacular de la población se debió al mantenimiento
de una tasa de natalidad elevada, por encima del 30%, y a la
disminución continuada de la tasa de mortalidad ( 27% en 1800, 18% POR MIL en 1900). Es lo que los demógrafos denominan proceso de transición
demográfica.
La
caída progresiva de la tasa de mortalidad se debió a la mejora de la
alimentación y de la higiene. La dieta de las clases populares se
vio enriquecida gracias al crecimiento de la producción y a la
integración de los mercados. Los avances en la higiene se debieron
al acceso progresivo de la población al jabón y al agua potable, a
la extensión del alcantarillado y al uso de ropa interior de
algodón. Entre los progresos de la medicina cabe citar el
descubrimiento de las vías de contagio de algunas enfermedades y las
primeras vacunas ( vacuna contra la viruela de Jenner, 1796).
El
aumento sostenido de la población proporcionó la mano de obra
abundante y barata para el inicio del proceso de producción fabril y
también una mayor demanda de productos elaborados. El crecimiento de
la demanda de consumo fue uno de los factores que más contribuyeron
al despegue industrial vivido en Gran Bretaña a partir de las
últimas décadas del siglo XVIII.
La
transición demográfica.
El
modelo teórico de la transición demográfica permite comparar la
evolución de la población en diferentes épocas y países.
Régimen
demográfico antiguo. Característico de las sociedades
preindustriales. Las tasas de natalidad y de mortalidad son muy
altas, y la esperanza de vida , muy baja. Periódicamente hay
episodios de sobremortalidad ( epidemias , guerras, crisis de
subsistencia). La población apenas crece.
FALTAN VARIAS PALABRAS
Propia de las sociedades en proceso de
industrialización. La tasa de natalidad permanece alta mientras que
la de mortalidad desciende rápidamente.
Se
produce porque mejoran la alimentación ( por los avances en la
agricultura ) y la medicina. Desaparecen las hambrunas y las grandes
epidemias. Este proceso se dio por primera vez en Gran Bretaña a
finales del siglo XVIII. El crecimiento natural de la población es
muy alto, con un incremento notable de la esperanza de vida.
Régimen
demográfico moderno. Característico de las sociedades
industrializadas. La natalidad desciende de forma continuada ( por
causas socioeconómicas y culturales) y la mortalidad es baja . El
crecimiento natural es escaso, incluso negativo
jueves, 14 de junio de 2018
5
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Falta una imagen del mapa de la Guerra Civil
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Tres errores de transcripción
Nota: 4
Nota: 4
5.ANDALUCÍA DURANTE LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA
5.1 La Segunda República en Andalucía
En Andalucía, al igual que en el resto de España, la coalición republicano-socialista triunfó en las capitales de provincia. En el caso de las zonas rurales, influidas por el caciquismo, ganó el apoyo a la monarquía.
En el momento en el que se proclamó la Segunda República española, Andalucía continuaba siendo una región principalmente rural, donde el paro aumentaba entre los jornaleros y las condiciones laborales eran cada vez más precarias. Durante el Bienio izquierdista o reformista,
se inició un proyecto legislativo, la Ley de Reforma Agraria, que podía tener un impacto amplio en Andalucía. Esta medida contó con una fuerte oposición, tanto de los oligarcas que
veía reducido su patrimonio, como de los campesinos y jornaleros que opinaban que el reparto
se estaba haciendo de forma lenta y descompensada.
En general, en Andalucía, en esta época, se produjo un aumento progresivo de la influencia de
loa sindicatos, principalmente la UGT (socialista) y la CNT (anarquista). Asimismo, se originaron revueltas, como la de Casas Viejas en Cádiz, debido al descontento por la aplicación
de las leyes.
De nuevo, los conflictos sociales llevaron a la convocatoria de elecciones, que en esta ocasión
ganó el Frente Popular. Tras la victoria de la coalición de izquierdas, se sucedieron en Andalucía numerosas revueltas con la radicalización de los partidos,el aumento de las huelgas
la ocupación de campos por parte de los jornaleros y el asalto a edificios religiosos.
El regionalismo andaluz y el camino hacia la autonomía
En su obra, el Ideal Andaluz (1915), Blas Infante presenta Andalucía como una región histórica
con características y costumbres propias. Con ella el regionalismo andaluz a principios del siglo XX obtuvo un importante impulso.
Con la llegada de la Segunda República, la Reforma territorial dio pie al desarrollo de la autonomía andaluza . En 1933, en la Asamblea de Córdoba se presentó el Anteproyecto de Estatuto andaluz, siguiendo los modelos catalán y gallego, por el que Andalucía seria una región autónoma dentro del estado. El inicio de la Guerra Civil acabaría definitivamente con el proyecto autonómico.
5.2 La Guerra Civil
La Guerra Civil se inició con la sublevación de una parte del ejército en Marruecos el 17 de julio de 1936. Un día después, los sublevados iniciaron un levantamiento en la Península.
Desde el primer día, Sevilla, Cádiz y Córdoba pasaron a formar parte del territorio bajo su control y poco después añadieron también a Granada.
El control del territorio andaluz fue de gran importancia para el ejercito sublevado, ya que
necesitaban el control de la península para desplegar las tropas que llegaban desde África
hacia Madrid, lo que consiguieron al controlar la zona occidental de Andalucía y Extremadura.
Se produjo entonces una división entre "dos Andalucías", el oeste quedó en manos de los
sublevados; mientras que el oeste FALTAN VARIAS PALABRAS se mantuvo bajo el gobierno repúblicano. El frente en Andalucía se mantuvo prácticamente estable durante toda la guerra.
Durante la Guerra Civil se produjeron numerosos asesinatos entre la población civil. Desde
el bando de los sublevados se asesinó a numerosos políticos de izquierdas, intelectuales
( como García Lorca o Blas Infante ), maestros, etc.; desde el bando republicano a políticos
conservadores, religiosos, terratenientes, etc.
martes, 12 de junio de 2018
Diario de clases 4/06/2018
Aqui os dejo la grabación del dia 4 de Junio, como diario de clases.
https://drive.google.com/file/d/1b167Uza9D6wiswKgh2Biowxxo7cstkU0/view?usp=sharing
https://drive.google.com/file/d/1b167Uza9D6wiswKgh2Biowxxo7cstkU0/view?usp=sharing
sábado, 9 de junio de 2018
4.2. La Segunda República Española
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Seis errores en la copia del texto
Nota: 3
Seis errores en la copia del texto
Nota: 3
En
abril de 1931, restauración la monarquía parlamentaria de Alfonso
XIII, se celebraron las elecciones municipales y en las
ciudades el triunfo lo obtuvo la coalición republicano-socialista. Ante
esos resultados, Alfonso XIII decidió abandonar el país, y el 14
de abril se proclamó la Segunda República.
En la
evolución de la Segunda República se pueden distinguir tres
etapas: El Bienio izquierdista o reformista, El Bienio de
centro-derecha y el Frente Popular.
El
Bienio izquierdista o reformista (1931-1933)
Durante
el Bienio izquierdista el Gobierno estuvo formado por republicanos de
varios partidos. Niceto Alcalá Zamora fue nombrado presidente
de la República y Manuel Azaña jefe de Gobierno.Una de las
primeras medidas adoptadas fue elaborar una nueva Constitución
(1931), la más avanzada de Europa por la amplitud de derechos
que contenía, entre ellos el sufragio universal.
Las
principales reformas del nuevo Gobierno fueron:
- Reforma territorial. La concesión de un estatuto de Autonomía a Cataluña, y la tramitación de los proyectos de autonomía para el País Vasco y Galicia, fueron consideradas por las fuerzas políticas de la derecha como un ataque a la integridad territorial de España.
- Reforma del Ejército. La Ley Azaña FALTA UN PALABRA la reducción del excesivo número de oficiales y dio prioridad, a la hora de los ascensos, a la formación académica en vez de los méritos de guerra. La reforma, que buscaba reducir el protagonismo político del Ejército y su modernización, fue rechazada por numerosos militares.
- Reforma agraria. Suponía la expropiación de latifundios para repartirlos entre los campesinos sin tierras, que pasarían a ser pequeños propietarios, los que provocó el rechazo de los terratenientes. Su lenta aplicación produjo, a su vez, descontento entre los campesinos, que ocuparon tierras en Andalucía y otras regiones.
- Reforma laborales. La ley de Contratos de Trabajo obligaba a empresarios y sindicatos (UGT, CNT) a negociar las condiciones de trabajo y, así, evitar las huelgas. También se estableció la jornada laboral de ocho horas, el salario mínimo y las vacaciones pagadas, medidas que no gustaron a los empresarios.
- Reforma educativa. Se estableció una enseñanza laica, mixta, obligatoria y gratuita, y se crearon las denominadas Misiones Pedagógicas, encargadas de llevar la cultura al mundo rural. La Iglesia, que hasta entonces controlaba la educación primaria y secundaria, percibió esta reforma como un ataque al catolicismo.
¿LO
SABÍAS?
El papel de las mujeres
Con la llegada de la segunda República
se concedió el sufragio femenino. Fue Clara Campoamor
(1888-1972), diputada y miembro del Partido Radical, quién asumió
una apasionada defensa del derecho al sufragio femenino. Argumentó
en las Cortes Constituyentes que los principios democráticos
debían garantizar una Constitución basada en la eliminación de
cualquier discriminación por razón de sexo. Al final triunfaron
las tesis sufragistas.
La Constitución republicana también
reguló el acceso de las mujeres a cargos políticos, se
reconocieron derechos de la mujer en la familia y en el matrimonio
(matrimonio civil, el derecho a tener la patria potestad de los
hijos, se permitió legalmente el divorcio por mutuo acuerdo,
etc.). En el ámbito laboral, el Estado reguló el trabajo
femenino y aprobó la equiparación salarial para ambos sexos.
|
Las
medidas reformistas provocaron el descontento de los sectores
sociales más conservadores, y se produjo un intento de golpe de
Estado militar que fracasó (1932). Pero las reformas tampoco
contentaron a los sectores más radicales de izquierdas (comunistas y
anarquistas) que protagonizaron numerosas huelgas y enfrentamiento
con las fuerzas de orden público.
En
1933, en uno de estos enfrentamientos, en Casas Viejas (Cádiz),
murieron varios campesinos a manos de las fuerzas de orden público.
Este hecho aumentó la impopularidad del Gobierno, al que se
responsabilizó de la matanza de campesinos, y Manuel Azaña, ante la
dificultad de continuar, dimitió como presidente del Gobierno.
El
Bienio de centro-derecha (1933-1936)
Tras
la celebración de nuevas elecciones, la victoria de los partidos de
centro-derecha dio paso a un Gobierno conservador. El presidente de
la República, Niceto Alcalá Zamora, nombró jefe del Gobierno a
Alejandro Lerroux que, con el apoyo de la Confederación Española de
Derechas Autónomas (CEDA) encabezada por Gil Robles, paralizó las
reformas iniciadas en la etapa anterior.
El
PSOE, el PCE y los principales sindicatos (FALTA UNA PALABRA CNT), como protesta por la
paralización de las reformas adoptadas por el Gobierno anterior,
convocaron una huelga general para octubre, conocida como Revolución
en 1934, que fracasó en todo el país excepto en Asturias y
Cataluña.
- En Asturias la revolución fue de tipo social, los mineros controlaron las cuencas mineras y proclamaron un gobierno revolucionario.
- En Cataluña fue de tipo político. El presidente de la autonomía, Lluís Companys, proclamó el Estado catalán.
La
revolución finalizó con la intervención del Ejército. En Asturias
las tropas dirigidas por el general Francisco Franco, reprimieron con
dureza el movimiento revolucionario, y en Cataluña se suspendió el
Estatuto de Autonomía. De nuevo, la tensión política y el malestar
social, por la actuación del Ejército en la represión obrera,
obligó a celebrar nuevas elecciones.
El
Frente Popular (1936)
Los
partidos de izquierdas (socialistas, comunistas y republicanos)
formaron una coalición, Frente Popular, y ganaron las elecciones en
febrero en 1936. Manuel Azaña se convirtió en presidente de la
República y Casares Quiroga en jefe del Gobierno. Se reanudó la
reforma agraria (nuevas expropiaciones) y se restauró el Estado de
Autonomía de Cataluña.
La
labor gubernamental provocó el aumento de la conflictividad social:
los militantes de extrema derecha (falangistas1)
y extrema izquierda (anarquistas, comunistas) se enfrentaron en las
calles. La izquierda radical apelaba a la movilización (huelgas,
ocupación de tierras) para conseguir el triunfo de la revolución
proletaria.
Derecha
|
Izquierdas
|
|
Apoyos sociales | Ejército.
Terratenientes. Iglesia. |
Intelectuales. Obreros. Campesinos. |
Partidos | Falange Española. Partido Radical. Bloque Nacional. PVN. Lliga Catalana. |
PSOE: socialistas. PCE: comunistas. Esquerra Republicana Catalana (ERC).
Izquierda Republicana.
|
Sindicatos | UGT: socialistas.
CNT y FAL: anarquistas. |
|
Coalición de partidos | CEDA. | Frente Popular. |
1
Falange Española: partido creado por José Antonio Primo de Rivera
(hijo del general Primo de Rivera), de ideología semejante al
fascismo italiano.
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