Más de diez faltas de ortografía y errores de transcripción
Nota: 0
El
movimiento revolucionario de 1848 fue un fenómeno de dimensiones
europeas, aunque de nuevo fue en Francia donde saltó la chispa. Fue
el final del ciclo revolucionario abierto en 1815 contra la hegemonía
de las monarquías absolutistas. Lo ocurrido en 1848 demostró la
fuerza de las identidades nacionalistas. Y también los límites del
liberalismo político, dividido entre las constituciones moderadas
apoyadas por la alta burguesía (sufragio censitario y derechos
ciudadanos controlados) y la presión popular en sabor de la
democracia (sufragio universal y reformas sociales). Las clases
trabajadoras empezaron a tener voz propia, cada vez crítica con el
orden social capitalista.
El
mal estar social generalizado que existía en toda FALTA UNA PALABRA en 1848 estaba
motivado, en parte, por la crisis de su subsistencia producida en los
años anteriores. Las malas cosechas de cereales y la carestía de
los alimentos de primera necesidad empeoraron las condiciones de vida
de las clases populares. La crisis agraria afectó también a la
industria, y fue empobreciendo a los artesanas y a los obreros.
En
febrero de 1848, la medida autoritaria impuesta por el gobierno
francés desencadenaron una amplía revuelta popular. Ante el
malestar y las protestas sociales, el gobierno había prohibido las
reuniones políticas. La guardia nacional se negó a disparar contra
manifestaciones populares. La prisión de las barricadas llegó hasta
el Palacio Real y provocó la huida de Luis Felipe de Orleans.
Se
proclamó la segunda república y un gobierno provisional instauró
el sufragio universal masculino, abolió la pena de muerte y la
esclavitud y desconoció los derechos sociales de los trabajadores
(reducción de jornada laboral, talleres nacionales para parados y
derecho de huelga).Los motines y los enfrentamientos ocurridos unos
meses más tarde pusieron de relieve la división entre las
aspiraciones de las clases populares y los intereses de la burguesía
que apoyó la represión del ejercito y la creación de un gobierno
de orden y represor de los movimientos populares. Napoleón Bonaparte
logró la presidencia de la nueva república en 1849. Dos años más
tarde dio un golpe de estado y se proclamó Emperador con el nombre
de Napoleón III. Era el inicio en Francia de la época del segundo
imperio.
El
fuego de los sucesos revolucionaron franceses se convirtió en un
incendio que afectó a media Europa. En Austria las protestas y las
manifestaciones populares que se adueñaron de las calles de Viena
consiguieron la destitución de Metternich y la abdicación del
emperador austriaco, Fernando I. Su sucesor Francisco José I, que
disfrutó de un larguísimo reinado (1848-1916), se vio obligado a
aceptar la abolición de la servidumbre feudal y a promulgar una
constitución liberal. Pero el nuevo parlamento se negó a aceptar la
reivindicaciones nacionalistas de los distintos pueblos que
integraban el imperio austro-húngaro. Las tropas imperiales
aplastaron los levantamientos producidos en plagas, en varias
ciudades Hungría, en el norte de Italia, en Nápoles y en los
Balcanes.
Revolución
de 1848. Fotografía tomada durante una de las cuatro jornadas de
junio que provocaron varios miles de muertos en París, entre los
insurgentes y las fuerzas gubernamentales. A partir de mediados del
siglo XIX, la fotografía va a convertirse en un tipo de documento
fundamental para la investigación histórica.
Las
revueltas populares se extendieron también por muchos Estados
alemanes. Se llegó a formar el parlamento alemán Fráncfort
dispuesto a aprobar una constitución unitaria de carácter liberal.
Pero el rey de Prusia, Federico Guillermo, se negó a aceptar una
constitución basada en el sufragio universal y disolvió el
parlamento.
La
mayoría de las revoluciones que se llevaron a cabo en 1848
terminaron ahogadas en sangre. Pero su fracaso no fue absoluto. En
toda la Europa del este, excepto en Rusia desapareció la servidumbre
del campesinado y las herencias del feudalismo.
El
sistema parlamentario constitucional se impuso en la mayoría de los
países del continente, completando el proceso de las revoluciones
burguesas. Aunque triunfó el liberalismo moderado de base
censitaria, las demandas democráticas quedaron incorporada a ideario
progresista y republicano. Las protestas populares demostraron la
capacidad de actuación de las masas en las calles y la fuerza
creciente de una nueva clases social, el proletariado. Y la derrota
del nacionalismo fue solo temporal ya que dio inicio a un largo
proceso de luchas y de movilizaciones políticas.
Combates
en las calles de Berlín.
El
18 de marzo de 1848 , los habitantes de Berlín ya sabían lo que
había ocurrido en París y en Viena los días anteriores. Un grupo
de manifestantes acudieron al Palacio Real, y el hermano del rey, el
príncipe heredero Guillermo, ordenó abrir fuego contra la multitud.
Eran las dos de la tarde; grupos de hombres corrían por toda la
ciudad, aterrorizados y gritando que se estaba asesinando a los
manifestantes ante el palacio.
Toda
la ciudad se convirtió en un polvorín. En la Köningstrasse se
levantaron dos barricadas, firmemente asentadas con carruajes,
omnibuses, fardos de paño, maderas y otros elementos. En los tejados
de las casas, hombres y mujeres, con ladrillos en las manos,
esperaban a los soldados. Todo el mundo se armó como pudo: hachas,
lanzas, pistolas y garrotes. Durante más de diez horas se luchó
contra las tropas, que llegaron a contar con unos doce mil soldados y
treinta cañones de pequeño calibre.
El
rey, Federico Guillermo IV, lanzó un mensaje <<a los queridos
berlineses, amados súbditos prusianos>> para que detuviesen
aquel derramamiento de sangre. Sin embargo, el llamamiento no surtió
efecto y los revolucionarios consiguieron desalojar a los militares
de algunas calles. El rey se vio obligado a retirar el ejército.
Cuando los muertos en las barricadas fueron llevados delante del
Palacio Real, el rey apareció en el balcón. El pueblo le exigió
que se descubriese delante de los cadáveres y él, pálido y
atemorizado, así lo hizo.
Batalla entre civiles y soldados en Berlín los días 18 y 19 de marzo de 1848.
No hay comentarios:
Publicar un comentario