domingo, 11 de febrero de 2018

1.La edad dorada del capitalismo

Falta el último apartado, casi un cuarto del tema
Tres errores de transcripción
Nota: 4

Bloque 1. La edad dorada del capitalismo.


En la década de 1950 se produjo un desarrollo espectacular en los países occidentales. Fue una etapa de crecimiento económico que se prolongaría hasta mediados de la de 1970 y que se conocería como la edad dorada de la economía capitalista.

1.1           La consolidación del siglo americano
El siglo XX ha sido denominado el siglo americano por la primacía mundial ejercida por Estados Unidos en los planos económico, político, cultural y tecnológico, por su influencia sobre la cultura y la sociedades del resto del mundo. Este dominio, que se manifestó en el triunfo del american way of life, se asentaba sobre las siguientes bases:
*Liderazgo económico. Estados Unidos no sufrió daños materiales durante la Segunda Guerra Mundial; es más, desde 1941 su economía creció de forma espectacular, primero impulsada por la guerra y después por la reconstrucción de posguerra. Al terminar el conflicto, el producto interior bruto (PIB) de la economía estadounidense llegó a ser la mitad del total mundial.
* Superioridad tecnológica. Favorecida por la llegada desde Europa de muchos científicos durante la guerra y la posguerra, esa ventaja tecnológica repercutió en el incremento de la productividad y se convirtió en uno de los principales motores del crecimiento de su economía
*Nuevo orden económico internacional. Quedó establecido en los Acuerdos de Bretton Woods, de 1944, que sentaron las bases del modelo económico de posguerra, al convertir el dólar en la divisa internacional de referencia en sustitución de la libra esterlina y situar en Estados Unidos las sedes de las nuevas instituciones económicas (FMI y BIRD).
*Centro financiero internacional. El epicentro financiero se trasladó de la City londinense a Nueva York, cuya Bolsa, respaldada por las mayores reservas de oro del mundo, incrementó espectacularmente su ritmo de operaciones.
*Reconstrucción de Europa y Japón. Finalizada la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos impulsó la reconstrucción económica de sus nuevos aliados, Europa occidental y Japón. En el caso de Europa, las ayudas estadounidenses se canalizaron a través del Plan Marshall.
*Internalización de su economía. El liderazgo financiero y económico de Estados Unidos se tradujo en la expansión internacional de sus empresas, que se convirtieron en Las principales multinacionales del mundo.




 1.2. El modelo keynesiano.
En 1936, el economista John M. Keynes publicó la Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero obra en la que defendía la economía social de mercado sustentada en el intervencionismo  del Estado como redistribuidor de la riqueza e impulsor del crecimiento; el objetivo era evitar las crisis económicas tras la amarga experiencia de la Gran Depresión de los años treinta.
Sus planteamientos inspiraron el Informe Beveridge, difundido en Reino Unido en 1942 y que planteaba la implantación de un nuevo modelo social basado en las siguientes claves:
*Incremento de la inversión pública. Para garantizar el crecimiento económico, el Estado se convertiría en inversor de capitales a través del desarrollo de las infraestructuras: ferrocarril, carreteras, aeropuertos, etc.  
*Extensión de los servicios. Con el fin de corregir los desequilibrios sociales, la sanidad la educación las pensiones y otras prestaciones eran concebidas como desechos básicos de los ciudadanos y, como tales, universalizadas.
*Nueva política fiscal. Los gastos derivados de la inversión y la extensión de los servicios se financiarían a través de un sistema fiscal de carácter progresivo y redistribuidor de la riqueza, y basado más en los impuestos directos (renta, beneficios + empresariales) que en los impuestos indirectos (al consumo).
*Déficit público. L diferencia entre el gasto público y los ingresos públicos quedaría compensada con el crecimiento económico futuro.
A estas medidas se añadieron en la Europa de posguerra otras novedades: la implicación de los industriales alemanes, franceses e italianos con los regímenes fascistas originó una intensa política de nacionalizaciones que afectó a determinados sectores productivos; esta política también venía motivada por la asunción, por parte de del Estado, del control de algunos sectores en virtud de su carácter estratégico o de seguridad nacional (telecomunicaciones), o porque el sector privado había dejado de tener interés en ellos (minería y ferrocarril)


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