Tres errores de transcripción
Nota: 7
Nota: 7
7.1. Las protestas del 68
Los años sesenta fueron una década de rebeldía e inconformismo que tuvo su punto culminante durante 1968, cuando diversos movimientos de protesta se extendieron por distintas zonas del planeta.
La oposición a la intervención estadounidense en Vietnam se extendió como un reguero de pólvora por las universidades, y se convirtió en el caldo de cultivo propicio para estas protestas.
Los orígenes de la protesta
En 1967, los estudiantes italianos opuestos a la reforma universitaria ocuparon la Universidad de la Sapienza de Pisa y crearon un movimiento asambleario que se extendió a otras universidades. En febrero de 1968, miles de personas se manifestaron en Berlín contra la Guerra de Vietnam con un marcado componente radical.
En el bloque socialista hubo protestas en 1968; la más importante fue la de la primavera de Praga, que concluyó con la invasión de las tropas del Pacto de Varsovia.
Estados Unidos
Junto con las protestas contra la Guerra de Vietnam, que no dejaron de crecer, la época se caracterizó por la lucha contra la discriminación racial. En los años cincuenta había nacido el Movimiento por los Derechos Civiles (NAACP). Uno de sus principales líderes fue Martín Luther King, que en 1963 pronunció su famoso discurso "Yo tengo un sueño" y en 1964 obtuvo el Premio Nobel de la Paz.
Fue el presidente Johnson quien impulsó la aprobación del Acta de los Derechos Civiles, pero los asesinatos de los líderes afroamericanos Malcolm X y Luther King conmocionaron a la comunidad negra y provocaron la aparición de grupos violentos, como los Panteras Negras, que reivindicaron el blackpower.
El Mayo francés
El 2 de mayo de 1968, la Universidad de Nanterre promovió una concentración de protesta que concluyó con la invasión del Barrio Latino de París, que se convirtió en escenario de violentos enfrentamientos contra la policía.
El 13 de mayo, las centrales sindicales llamaron a la huelga general y miles de personas se manifestaron por el centro de la capital. El 25 de mayo, sindicatos, organizaciones empresariales y Gobierno firmaron los Acuerdos de Grenelle, que recogían mejoras como un salario mínimo garantizado y el reconocimiento de ciertos derechos sindicales. A partir de ese momento, la situación empezó a normalizarse.
En las siguientes elecciones, el partido del general De Gaulle resultó vencedor; sin embargo, en abril de 1969 De Gaulle se retiraba de la política.
El mayo mexicano
En México, miles de estudiantes se manifestaron en la capital ante la celebración de los Juegos Olímpicos en México, D. F.; para acabar con las propuestas, el ejército ocupó el campus de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Las huelgas y manifestaciones continuaron, hasta que el 2 de octubre miles de estudiantes y trabajadores se concentraron en la céntrica plaza de las Tres Culturas; por la noche, las fuerzas del orden dispararon sobre la multitud.
Consecuencias de los mayos del 68
Mayo del 68 fracasó como revolución, pero transformó la sociedad occidental. Cambió pautas de comportamiento e introdujo nuevos valores; cuestiones como el reconocimiento de los derechos de la mujer, el feminismo, la liberalización de las costumbres, la democratización de las relaciones sociales y generacionales, el rechazo del autoritarismo en la enseñanza, el ecologismo y el pacifismo fueron los legados de Mayo del 68.
Estudiantes y veteranos de guerra protestando contra la presencia estadounidense en Vietnam.
Los costes económicos y morales de la Guerra de Vietnam fueron incalculables en una sociedad que se fracturó y vio cómo una generación entera vivía las consecuencias de la guerra.
Escena del Mayo francés.
Durante más de un mes, la juventud francesa desafió el orden establecido y reivindicó un nuevo modelo de sociedad.
7.2. El feminismo
La creciente incorporación de las mujeres al mercado laboral, la generación de la enseñanza secundaria y la masificación de la universidad dieron lugar a una transformación radical del papel de la mujer en las sociedades occidentales.
En 1949, Simone de Beauvoir publicó El segundo sexo, obra inaugural del feminismo de la segunda mitad del siglo XX. En 1963, se editó La mística de la feminidad, de Betty Friedan, otro título básico en el discurso feminista (Doc. 12).
A partir de 1966 surgieron organizaciones que propugnaban la igualdad de derechos y que consiguieron reconocimiento legal.
En los años ochenta, el feminismo se orientó a la búsqueda de la igualdad real y a la lucha por los derechos de las mujeres a escala internacional. Para ello, fue muy importante la IV Conferencia Mundial de la Mujer, convocada por la ONU en Pekín (o Beijing) en 1995.
7.3. El pacifismo
El constante riesgo de enfrentamiento entre Estados Unidos y la Unión Soviética durante la Guerra Fría y la amenaza de holocausto nuclear que enseñaba dicha posibilidad propiciaron la aparición de una fuerte movimiento pacifista.
Sobre la base de los primeros planteamientos, encabezados por personalidades como Bertrand Russell o Albert Einstein, en los años cincuenta se gestó un activo movimiento por el desarme nuclear.
La coexistencia pacífica y el deshielo redujeron la actividad del pacifismo; pero el relanzamiento de la carrera armamentística por parte de la Administración Reagan reactivó sus reivindicaciones y, así, en 1980 se fundó el movimiento europeo de desarme nuclear END, que aglutinaba movimientos dispares, desde cristianos de base hasta grupos de extrema izquierda.
7.4. El ecologismo
Los inicios del movimiento ecologista se sitúan en Estados Unidos. En 1971, para impedir una explosión nuclear en Alaska, se fundó Greenpeace.
En 1972 apareció el primer informe del Club de Roma sobre los límites del crecimiento, y en Estocolmo se celebró la I Conferencia Mundial sobre Medio Ambiente, que creó el programa PNUMA de protección del entorno. La proliferación de catástrofes ecológicas consolidaría definitivamente la conciencia ecológica en la sociedad.
Rainbow Warrior, buque insignia de Greenpeace, hundido.
Hasta su hundimiento por un atentado terrorista en 1985, había surcado los mares del planeta en defensa del medioambiente.
Doc. 12 El segundo sexo
Simone de Beauvoir.
En boca del hombre, el epíteto 'hembra' suena como un insulto, y sin embargo él no se avergüenza de su animalidad, está orgulloso de que se diga de él "¡Es un macho!" [...]. La palabra 'hembra' despierta en él un cúmulo de imágenes: un enorme óvulo redondo atrapa al ágil espermatozoide y lo castra; monstruosa y henchida, la reina de las termitas reina sobre los machos esclavizados: la mantis religiosa, la araña, sexualmente satisfechas, trituran a su compañero y lo devoran; la perra en celo recorre las calles dejando tras de sí una estela de olores perversos [...]. Inerte, impaciente, astuta, estúpida, insensible, lúbrica, feroz, humillada: el hombre proyecta sobre la mujer todas las hembras a la vez. Y el hecho es que es una hembra.
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