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Cuatro errores de transcripción
Cuatro errores de transcripción
Nota: 5
La economía andaluza en el franquismo
En las primeras décadas de la dictadura, la
agricultura, principal actividad económica de Andalucía. Presentaba numerosos
problemas: concentración de la propiedad de la tierra, campesinado numeroso que
percibía unos salarios muy bajos y padecía desempleo crónico… A mediados de la
década de 1950 se inició una cierta modernización del campo que provocó un
aumento del excedente de mano de obra.
A mediados de los años setenta, la
industria andaluza era escasa y se caracterizaba por el predominio de las
actividades agroalimentarias. Para potenciar la industrialización se crearon
los polos de desarrollo de Córdoba, Granada, Sevilla y Huelva. Las industrias
no generaron puestos de trabajo suficientes y dependieron de las inversiones
estatales, extranjeras o de otras zonas de España. Pese a ello, se
estabilizaron en la región industrias químicas en Algeciras y Huelva; aeronáuticas
y de construcción naval en Cádiz; y mecánicas, aeronáuticas y de gas en
Sevilla.
Como consecuencia de las difíciles
condiciones económicas se produjo una intensa emigración, tanto al resto de
España, especialmente a Cataluña y, en menor medida, a Madrid, Valencia y País
Vasco, como a otros países (Alemania, Suiza, Francia…). Entre 1941 y 1970 más
de 1.500.000 de andaluces emigraron.
Desde la década de 1960 hubo un importante
desarrollo del turismo del sol y playa en Andalucía, que se convirtió en uno de
los motores de la economía del litoral, sobre todo en la Costa del Sol.
La oposición al
franquismo en Andalucía
La represión acabó prácticamente con cualquier forma de
oposición al franquismo en Andalucía pese a ello, partidas de guerrilleros
actuaron en las serranías de Córdoba, Granada y Málaga hasta comienzos de la
década de 1950.
Poco a poco fueron apareciendo grupos clandestinos contrarios
al régimen a partir de la década de 1960 y se multiplicaron las huelgas y
protestas. Destacó el sindicato Comisiones Obreras (CC.OO.). También hubo
grupos de oposición influidos por el catolicismo obrero, como HOAC (Hermandad Obrera
de Acción Católica) y Juventud Obrera Católica (JOC).
El PCE y, sobre todo
el PSOE, se reorganizaron. En los años finales del franquismo se creó Alianza Socialista de Andalucía, que en 1984 pasó a denominarse Partido Andalucista
(PA).
La transición en
Andalucía
En otoño del año 1977 se constituyó una Asamblea de
Parlamentarios Andaluces que empezó a trabajar para lograr la autonomía para
Andalucía. El 4 de diciembre de ese año más de un millón de andaluces se
manifestaron pidiendo un régimen autonómico para la región. Fue un hecho
histórico que supuso un importante impulso para el proceso de negociación por
la autonomía.
El 27 de abril de 1978 se concedió mediante Real Decreto Ley
un régimen preautonómico para Andalucía. Se creó la Junta Preautonómica de
Andalucía y se nombró a su primer presidente, el senador socialista Plácido
Fernández Viagas.
El 4 de diciembre de 1978 se firmó el Pacto de Antequera,
por el que once partidos políticos se comprometieron a conseguir una autonomía
plena para Andalucía en el menor tiempo posible.
Dos días más tarde, se aprobó en referéndum la Constitución
española, que establecía dos caminos posibles para acceder a la autonomía:
-La vía rápida
(artículo 151 de la Constitución) permitía el acceso a la autonomía a cualquier
región que lo aprobase en referéndum mediante el voto afirmativo de la mayoría absoluta
del censo electoral de cada provincia. Esta vía era aplicable a las llamadas
nacionalidades históricas: Cataluña, País Vasco y Galicia.
-La vía lenta (artículo
143 de la Constitución) preveía un acceso progresivo, en cinco años, al régimen
de autonomía.
La Junta Preautonómica de Andalucía, que desde junio de 1979
contaba con un nuevo presidente, Rafael Escuredo, eligió acceder a la autonomía
mediante los dispuesto en el artículo 151 de la Constitución y, por tanto, fijó
la fecha del referéndum para el 28 de febrero de 1980. En todas las provincias
andaluzas, excepto en Almería, venció el sí. Técnicamente, el referéndum se
había perdido, pero quedó claro que la mayoría de los ciudadanos andaluces
estaban a favor de la autonomía.
El Gobierno y la Junta de Andalucía comenzaron las
negociaciones para que Andalucía pudieron acceder a la autonomía por la vía
rápida. Al final de llegó a un acuerdo y el 20 de octubre de 1981 se produjo un
nuevo referéndum en el que todas las provincias andaluzas votaron
afirmativamente y, por mayoría, el Estatuto de Autonomía, conocido como
estatuto de Carmona.
En el Estatuto se destacaban la identidad histórica andaluza
y el derecho del pueblo andaluz al autogobierno en el marco de la unidad de la
nación española.