Nota: 8
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A partir de 1870 se desarrolló la Segunda Revolución Industrial.
Nuevas fuentes de
energía e industria
Dos nuevas fuentes de energía fueron la base de la Segunda Revolución
Industrial:
-La electricidad. Se aplicó a
la industria para mover las máquinas y posibilitó la aparición de nuevos medios
de transporte (ferrocarril eléctrico, metro y tranvía) y de comunicación
(teléfono, radio cinematógrafo, etc.).
-El petróleo. En 1859 se
perforaron los primeros pozos de extracción. Adquirió gran importancia con la
invención del motor de explosión, aplicado a los automóviles.
La industria textil perdió su liderazgo en favor del sector siderúrgico
y la industrias químicas y eléctricas.
-Industria siderúrgica. La
invención del convertidor Bessemer, capaz de producir grandes cantidades de
acero a bajo precio, dio un gran impulso a la producción siderúrgica.
-Industria química. Se usaron
nuevas materias primas (petróleo, caucho…) para fabricar nuevos productos:
artículos farmacéuticos, productos sintéticos (goma y colorantes artificiales),
dinamita, etc.
-Industria eléctrica. La
producción y distribución de la electricidad dio lugar a su desarrollo.
Las nuevas industrias crecieron sobre todo en Estados Unidos y Alemania.
La gran empresa y el
banco monedero
Al inicio de la Revolución Industrial, la mayoría de las empresas eran
pequeñas y pertenecían a una sola persona o familia. La empresa familiar tuvo
dificultades para comprar nuevas máquinas o contratar más obreros con los
beneficios que obtenían. Por eso, se crearon sociedades anónimas. En ellas, el
capital de la empresa se fracciona en participaciones o acciones que se negocian
en la Bolsa y quien las adquiere para a ser socio de la misma.
Los bancos se convirtieron en un elemento clave. Prestaban dinero a las
empresas pasaron a ser intermediarios entre los particulares y las empresas:
los clientes guardaban sus ahorros en el banco y este los invertía en la
industria y otros negocios. De este modo nació el capitalismo financiero.
Sistemas de
producción novedosos
A finales del siglo XIX se aplicaron nuevos sistemas para aumentar la
producción.
El ingeniero Frederick W. Taylor creó el taylorismo. El proceso de
producción se dividía pequeñas tareas, cuya duración se cronometraba. Cada
obrero se especializaba en una tarea y recibía un salario proporcional a la
labor realizada.
El empresario Henry Ford empleó en sus fábricas de automóviles el
trabajo en cadena. Los productos pasaban de un operario a otro a través de una
cadena de montaje; así se evitaban los tiempos muertos entre unas tareas y
otras y aumentaba el número de productos que elaboraba cada operario. Además,
aplicó la producción en serie, es decir, la fabricación de un producto
(automóviles en su caso) en grandes cantidades a partir de diversas piezas
iguales diseñadas industrialmente. De ese modo abarató los pecios.
La necesidad de realizar grandes inversiones y el deseo de controlar los
mercados hizo que se produjeran fusiones y acuerdos entre empresas. Así
surgieron distintas formas de concentración empresarial:
-Cártel. Es una asociación de empresas dedicadas
a la misma rama de actividad, que llegan a acuerdos para controlar la producción
y la distribución, fijar los precios y compartir beneficios.
-Holding. Es un conjunto de
empresas controladas por una de ellas, que es la propietaria de la mayor parte
de sus acciones.
-Trust. Es una agrupación voluntaria de
diferentes empresas para cubrir todas las frases de la producción de un
artículo, con el fin de dominar el mercado al eliminar la competencia.
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