jueves, 23 de noviembre de 2017

La administración colonial y sus efectos

Nota: 10

Páginas 130 y 131 del libro.

Las formas de dominio

              Los Estados europeos establecieron en los territorios colonizados tres formas fundamentales de dominio:
  •    Colonias. Eran territorios sometidos a la soberanía de la potencia colonizadora y administrados por esta. La fórmula implicaba la pérdida de la soberanía del país colonizado. Un ejemplo fue el Congo Belga.
  •    Protectorados. La potencia colonial contralaba la política exterior y las riquezas del país colonizado, mientras que las autoridades nativas se ocupaban de la política interior. Fue el caso del Reino Unido en Egipto y de España y Francia en Marruecos.
  •    Concesiones. Eran territorios que pertenecían a un país independiente, pero en los que las potencias colonizadoras obtenían ventajas comerciales. Esto ocurrió en China, donde la penetración de los productos occidentales arruinó a los comerciantes locales y provocó varias rebeliones.
          La colonización sentó las bases de una administración y una organización política modernas, pero en muchos casos las fronteras de las colonias se trazaron sin tener en cuenta las diferencias tribales, lingüísticas o religiosas de las poblaciones autóctonas. Esto ocasionó graves conflictos tras la descolonización.

La explotación económica y sus consecuencias 


          Las metrópolis explotaron los recursos naturales de las colonias en su propio beneficio. Se impuso una economía basada en la agricultura de plantación y en la explotación de la riqueza mineral de su subsuelo (oro, diamantes, carbón...). Las poblaciones nativas fueron desposeídas de sus tierras por compañías privadas de las metrópolis, que crearon grandes plantaciones de caucho, café, té, etc.

        Las metrópolis no tenían interés en desarrollar la industria de las colonias y los artesanos locales no resistieron la competencia de los productos industriales europeos, por lo que se empobrecieron. Los indígenas se convirtieron en mano de obra barata que trabajaba en las plantaciones y en las minas en condiciones similares a las esclavitud.

        Los colonizadores construyeron infraestructuras de transporte, como puertos y vías férreas, para desarrollar sus actividades, pero estas no beneficiaron al conjunto de las colonias, que siguieron mal comunicadas.


Los efectos sociales y culturales

       La introducción de las prácticas sanitarias occidentales permitió reducir la mortalidad de las poblaciones indígenas. Sin embargo, la natalidad siguió siendo elevada, lo que ocasionó un notable incremento de la población, que se tradujo en frecuentes hambrunas.

      La colonización provocó la ruptura de la sociedad tradicional. Los colonizadores ocuparon los niveles más altos de la sociedad colonial: controlaban la economía y ocupaban los altos cargos. Los indígenas considerados inferiores, fueron marginados: se les obligó a vivir en barrios separados, se les prohibió la entrada en ciertos lugares, etc. En algunas regiones, como Australia y Nueva Zelanda, incluso fueron sistemáticamente exterminados.

      La difusión de las formas de vidas occidentales en las colonias originó una profunda crisis de las culturas autóctonas, dando lugar a un fenómeno de aculturación, es decir, de pérdida de la propia cultura por la imposición de otra. Las élites indígenas estudiaron en universidades europeas y se occidentalizaron.






        




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