Conflictos y cambios en la primera mitad del siglo XX

Cuatro errores en la recogida de información
Nota: 6

•    La batalla del trigo en 1925, cuyo objetivo era el autoabastecimiento y frenar la salida de divisas para comprar cereal extranjero. La contrapartida a esta política económica fue el abandono de la producción de otros productos como los hortofrutícolas.

•    La batalla de la lira en 1926, cuyo objetivo fue elevar la cotización de la lira italiana. La contrapartida fue que los países extranjeros restringieron sus compras. Mussolini fue incapaz de restablecer la producción inferior y ello levó a una gran parte de la población al paro.

•    Campaña de obras públicas, con el objetivo de frenar el desempleo: desecación de pantanos, repoblación forestal electrificación, transportes... La contrapartida fue que los fondos públicos se pusieron al servicio de empresas privadas.

   Cuando en 1929 sobrevino la depresión a causa del crac en la Bolsa de Nueva York ninguna de estas medidas económicas resultó útil. El nivel de vida medio descendió y el paro aumentó. No se había producido una reforma fundamental en la situación de los campesinos. La estructura de la propiedad de la tierra permitía la posesión de grandes extensiones territoriales a una clase social rica, que contrastaba con el otro extremo social, pobre y desheredado.

   Por otro lado, en política económica exterior la Italia fascista se lanzó a una política expansionista. Desde 1935, hipnotizada la población por la euforia psicológica de su Duce, que hablaba de la heroica resurrección de Italia, las aventuras militares e imperialistas fueron cada vez más costosas.

GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

   En 1936, el gobierno del Frente Popular en España, presidido por Manuel Azaña, tuvo que enfrentarse a un golpe militar capitaneado por varios generales- Franco, Mola, Sanjurjo..-, que se haría rápidamente con el poder. La resistencia del gobierno republicano a la capitulación hizo del levantamiento una guerra civil larga, en la que tomaron FALTA UNA PALABRA varias potencias internacionales.

   En junio de 1937, Mussolini apoyó al bando militar, que ta era liderado por el general Franco; mientras, las potencias occidentales como Inglaterra y Francia, temerosas de una guerra mundial que enfrentara a comunista contra capitalistas, firmaron el Tratado No Intervención, aunque permitieron la participación de los italianos, que no respetaron ese acuerdo. La Alemania de Hitler, de manera encubierta, ayudó con armas y hombres -como los pertenecientes a la Legión Cóndor- al bando franquista, pasando. muchas veces, por encima de la opinión de los propios sublevados españoles en aspectos como el perfeccionamiento de los métodos de combate-no en vano, en el bombardeo de Guernica se emplearon por primera vez bombas incendiarias de fósforo-.