domingo, 8 de abril de 2018

5. La nazificación de Alemania

Nota: 10

5.1. Hitler en el poder, el camino al totalitarismo

      Tras su nombramiento como canciller, Hitler procedió a establecer, en un plazo extraordinariamente breve, un régimen totalitario en Alemania. En febrero de 1933 promulgó un decreto por el que se establecían limitaciones al derecho de reunión y a la libertad de prensa; un total de 16 periódicos socialistas y comunistas fueron clausurados, y las fuerzas policiales ocuparon la sede del Partido Comunista.

      El incendio del edificio del Reichstag (Parlamento alemán) el 27 de febrero de 1933, atribuido sin pruebas a los comunistas, sirvió de pretexto para desencadenar una violenta persecución contra sus militantes y para promulgar un nuevo decreto por el que quedaban suprimidos los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución (expresión, asociación, inviolabilidad de las comunicaciones, etc.).

      En este ambiente de represión e intimidación, las elecciones de marzo de 1933, ya sin garantías democráticas, depararon un nuevo triunfo del Partido Nazi, que alcanzó los 288 diputados pero no la mayoría absoluta. Tras llegar a un acuerdo con los nacionalistas y los miembros del Partido de Centro Católico, Hitler aprobó una ley de plenos poderes que le facultaba para gobernar durante cuatro años al margen del Parlamento y para anular el contenido de la Constitución siempre que lo considerase necesario para el bien de Alemania.

      A partir de ese momento, cualquier atisbo de democracia, y la propia República de Weimar, podían darse definitivamente por enterradas.


Resultado de imagen de desfile nazi enero de 1933

Para celebrar la llegada al poder de Hitler, el 30 de enero de 1933 se organizó un desfile nazi con antorchas que causó profunda impresión.


5.2. El establecimiento del régimen nazi

      A partir de 1933, una serie de medidas completaron el proceso de nazificación de Alemania:
  •  Ilegalización de los partidos socialdemócrata y comunista, cuyos dirigentes fueron detenidos y enviados a campos de "reeducación", y sus bienes, confiscados. Esta medida se hizo extensiva poco después a las restantes organizaciones políticas y, a partir de julio de 1933, habría por ley un régimen de partido único: el NSDAP, o Partido Nazi. Idéntica suerte corrieron los sindicatos, reemplazados desde mayo de 1933 por el Frente Alemán del Trabajo, sindicato único y controlado por el Partido Nazi.
  • Unificación de los Länder (Estados federados) mediante la supresión del sistema federal y la disolución de los parlamentos territoriales.
  • Depuración de la administración, excluyendo de los escalafones oficiales a todos aquellos funcionarios no arios o presumiblemente no adictos al régimen. También fueron perseguidos los intelectuales y artistas contrarios al régimen.
  • Reforzamiento de la represión, dotando de funciones policiales a las SS y creando las Gestapo (1934), un cuerpo de policía política. Asimismo, se empezó la construcción de campos de concentración (Dachau, 1933) para internar en ellos a las personas consideradas peligrosas o indeseables.
  • Eliminación de la disidencia dentro del partido. En las SA se habían producido críticas a la concentración de poder en manos de Hitler y a la deriva capitalista del partido. En junio-julio de 1934 (Noche de los cuchillos largos), Ernst Röhm y los principales dirigentes de las SA fueron asesinados. Se consagró así la hegemonía de las SS de Himmler, cuerpo de élite dentro del partido y el Estado.
  • Conquista del espacio vital (lebensraum), que garantice la expansión territorial necesaria para el desarrollo de la raza aria y para llevar a cabo la rectificación del Tratado de Versalles.
  • Nombramiento de Hitler como jefe de Estado después de morir el presidente Hindenburg en agosto de 1934. Se convirtió en Führer, es decir, en caudillo y canciller del III Reich (Imperio), un nombramiento que fue ratificado en plebiscito días más tarde.


Resultado de imagen de soldados de las SS deteniendo a ciudadanos polacos

Soldados de las SS deteniendo a ciudadanos polacos.



En este cartel de la década de 1930 Hitler es representado como el guía del pueblo alemán.


5.3. Autarquía y rearme

      El objetivo de la política económica nazi era convertir Alemania en una gran potencia industrial y eliminar el grave problema del paro. Para conseguirlo reforzaron el sistema capitalista alemán, posibilitando los beneficios de la gran industria. Además, optaron por el dirigismo estatal aplicando el Plan Cuatrienal, que pretendía preparar al país para la guerra. Las principales directrices económicas fueron:
  • La autarquía económica, convirtiendo Alemania en un país autosuficiente que debía producir todo lo que necesitaba y sustituir las importaciones de productos.
  • Impulsar obras públicas con inversiones del Estado.
  • Controlar precios y salarios para impedir la inflación y garantizar los beneficios empresariales.
  • Fomentar la industria pesada, sobre todo la de armamento, para remilitarizar el país.
      En 1939, Alemania era la segunda potencia mundial, aunque con enormes desequilibrios entre el crecimiento de la industria pesada (156%) y la de consumo (19%). Se había conseguido el pleno empleo, pero con sueldos muy bajos y con un cambio radical de las relaciones laborales, al perder los trabajadores sus derechos y su capacidad de organización.


DOC.3 EL GASTO PÚBLICO DE ALEMANIA





















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